Caprichos de la Naturaleza

Comienza el curso, al menos el universitario. Esta semana será dura: el cambio drástico de actividad que sufriremos muchos puede ser perjudicial. Por eso este lunes, para empezar con buen pie, no os haré leer mucho.

He recopilado imágenes de paisajes, resultados de procesos geológicos, con formas que llaman la atención, siendo algunos realmente curiosos y dando lugar a maravillas de la fotografía. Disfrutadlo:

Estas torretas, llamadas Tufa Towers, se encuentran en el lago Mono, cerca de Los Ángeles. Se formaron al combinarse el calcio del suelo con las aguas alcalinas, ricas en carbonatos.

Estas esferas, conocidas como Bolos de Moeraki, se esparcen por la playa de Moeraki, Nueva Zelanda. Son restos de calcio cristalizado de un sedimento mineral. La erosión les dio esta forma.

Esta formación de origen volcánico es conocida como La calzada de los Gigantes. El basalto se cristalizó hace 60 millones de años originando estos llamativos volúmenes hexagonales, que se amontonan formando una escalera.

Geológicamente es sólo un granito porfírico sometido a la acción de partículas impulsadas por el viento. Pero su aspecto lo ha convertido en uno de los rincones más espectaculares del mundo. Es llamada la Ola de la Roca de Australia.

Hace 350 millones de años se formó en Nueva Zelanda una meseta de minerales extremadamente frágiles. Su cercanía al mar facilitó los procesos erosivos, originando un laberinto de torreones y callejones llamado Los acantilados Paparoa.

En el desierto del Valle de la Muerte, Estados Unidos, se observan huellas dejadas por unas piedras capaces de moverse. El curioso fenómeno se origina por la combinación del fuerte viento y el suelo fangoso, que facilita el movimiento.

Los Mallos de Riglos (Huesca) es el más conocido macizo de conglomerado del pre-Pirineo. Sus desgastados paredones surgieron como sedimientos detríticos durante el periodo del mioceno.

Situadas en la isla de Bohol, Filipinas, las llamadas colinas de chocolate nos recuerdan al mundo de Super Mario. Son 1268 colinas en forma de cono casi perfectas, de aproximadamente el mismo tamaño, repartidas en una superficie de más de 50 kilómetros cuadrados. La mayoría de ellos alcanzan los 120 metros de altura. Se trata de piedra caliza levantada debido al movimiento de placas.

En Arizona, la llamada Ola del Desierto atrae a un gran número de turistas a pesar de su difícil acceso. Se trata de una formación rocosa modelada por el viento durante millones de años.

Situada en el Valle de Mitla, a unos 80 kilómetros de Ciudad Oaxaca, desde la cima de una colina, emana hace miles de años un manantial conocido como Hierve el Agua. En realidad se trata de carbonato de sodio y magnesio con vetas de azufre modelados formando una fantástica catarata detenida en el tiempo.

Pamukkale es una extraña formación geológica, situada en la región del Egeo, en Turquía. Los movimientos tectónicos que tuvieron lugar en la cuenca del río Menderes ocasionaron la aparición de numerosas fuentes de aguas termales. Esas aguas, ricas en minerales las que crearon Pamukkale. El alto contenido en calcio y bicarbonato producen el efecto de cascada congelada sobre la ladera de la montaña.