Un Shrek de carne y hueso

Todos sabemos que Shrek no es más que un personaje de ciencia-ficción, pero no todo el mundo sabe que está basado en un hombre real, de carne y hueso.

Maurice Tillet, nacido en Francia en 1910 Tillet vería su vida dar un vuelco al desarrollar Acromegalia, una enfermedad que aumenta la producción de la hormona del crecimiento llevando a unas extremidades y una cabeza desproporcionadas. Además de las deformidades físicas, esto le causó una muerte prematura, a los 51 años, y una vida de dolores físicos, al derivar en artritis, migrañas, hipertensión, diabetes y problemas cardiacos y renales. No obstante, Tillet continuaría estudiando durante sus siguientes 25 años de vida, llegando a hablar 14 idiomas y a amar el ajedrez; y convirtiéndose, incluso, en poeta.

Su apariencia truncó su sueño de ser actor, y ante el desprecio recibido en su país natal, Francia, emigró a Estados Unidos buscando una nueva vida. Allí encontró la oportunidad de ser luchador profesional, siendo conocido como “el ogro del cuadrilatero” o incluso “el Angel Francés” y ganando una gran cantidad de seguidores. La mayor gloria de su carrera tal vez su victoria en 1944 frente a Steve "Trituradora" Casey para el campeonato American Wrestling Association World Championship.

Sin embargo, su vida continuaría siendo solitaria, excepto por unos pocos amigos. En 1955 murió por problemas cardíacos. En su lecho de muerte, se realizaron tres moldes de la cara del mismo.

Aunque DreamWorks nunca lo ha llegado a reconocer, es sabido que, cuando fue aceptado el cuento de William Steig como base del argumento, solo faltaba darle forma al ogro. Este debía ser “como un hombre común y corriente, solo sobreproporcionado, de mirada cálida y sonrisa amigable”. DreamWorks encontraría estás características en otro hombre, cuyo sueño en el pasado había sido ser actor pero cuyas características físicas se lo impidieron.