1. En el cielo las estrellas. En las fotos…las estrellas brillan por su ausencia.
En el cielo que se ve desde la Luna también se ven las estrellas, pero se verán mucho mejor que en cualquier fotografía, a menos que sólo concentremos la atención (y la cámara) en exponer correctamente para capturar en la imagen las estrellas. Algo parecido nos sucedería si intentáramos tomar un retrato nocturno en la Tierra. Necesitaríamos un trípode y sobre todo, un largo período de exposición. Ahora bien, imaginamos que los astronautas tendrían órdenes de captar algo más que un cielo estrellado.
Si la atmósfera de la Tierra dispersa la luz solar, en la Luna, el cielo está oscuro de día y de noche. En la Luna podremos ver las estrellas durante el día, pero según como capturemos la fotografía, las estrellas no saldrán en una imagen donde la cámara está graduada para exponer correctamente la superficie lunar o el traje de un astronauta. Ante el blanco de la superficie lunar iluminada por el sol, la cámara de fotografía deberá cerrar el diafragma para obtener un buen grado de detalle. Las estrellas dejarán de verse en la imagen porque no tuvieron tiempo de dejar su huella en la película: el tiempo de exposición fue demasiado rápido para capturar un luz tenue como la de las estrellas, comparada con la superficie lunar o el traje blanco de un astronauta.
Suponiendo que la NASA habría realizado un montaje manipulador, probablemente habría diseñado una escenografía o un fondo plagado de estrellas, tal como las veríamos en cualquier película de ciencia ficción de la época. Tal simulación, podríamos observarla en películas realizadas por directores tan exhaustivos como el propio Stanley Kubrick, y su Odisea en el Espacio (2001: A Space Odyssey), considerada una de las películas de ciencia ficción más respetuosas con las leyes de la física.
En ella, a pesar de la rigurosidad, podemos observar un cielo magníficamente estrellado, tal como lo vería un astronauta, pero difícil de conseguir (tan correctamente expuesto) con una cámara en una situación real. Otros “errores” de Kubrick en la cinta, detallan el simular una nube de polvo causado por una cápsula en la Luna, algo imposible en un lugar sin atmósfera. El propio Kubrick, comete "errores en sus películas que en las imágenes de la misión a la Luna del Apolo 11 no se ven, lo que nos acerca a la idea de “técnicamente real” de las imágenes del Apolo.
2. La sombra es tan negra como el carbón.
No es una razón que por defecto lleva a pensar que las imágenes son falsas, pero sí explica muchas de las extrañas relaciones de contraste entre luz y oscuridad que muchos suponen inverosímiles en las imágenes. Las sombras en la Luna son completamente oscuras, por lo que además, son un obstáculo capaz de ocultar lo que tenemos delante de las narices. La intensa oscuridad de las sombras en la Luna es una de las primeras observaciones de Armstrong luego de dar sus primeros pasos: dificultaban la visión al caminar con la fuente de luz de espalda, hasta el punto de no poder saber con precisión donde dar el próximo paso.
La razón no es otra que la bajísima reflectividad de la superficie de la Luna. De hecho, sólo el 7 % de la luz es reflejada en el suelo lunar, algo que hace que un paisaje irregular confunda por sus proyecciones oscuras, sumado a un cielo completamente negro que contrasta con una luz solar.
Aunque las sombras no llegan a ser totalmente negras, si requieren una pequeña adaptación para corregir nuestra percepción. La luz solar, debe dar directamente a un objeto para verlo con claridad, de lo contrario estaremos muy complicados para tomar una fotografía de un objeto en penumbras.
Por supuesto que el efecto de alto contraste entre luz y sombra podríamos lograrlo en caso de forzar el nivel de exposición de la cámara. La pregunta sería porqué lo haríamos en todas las imágenes capturadas en la Luna si podríamos evitarlo. O traducido, por qué la NASA haría una producción montada, complicándose de tal modo con la iluminación.
3. Por cada foto perfecta, hay cientos de fotografías que terminarán en la basura.
Muchas veces se critica la veracidad de las imágenes por el alto grado de perfección de las tomas capturadas por la tripulación del Apollo 11, y todo considerando la gran dificultad para moverse, encuadrar y controlar la exposición en un sitio tan particular como la Luna. Lo cierto es que lo que vemos en cada publicación e imagen difundida, no es otra cosa que una selección de las mejores imágenes entre miles “descartadas”. ¿Acaso no hacemos lo mismo con nuestras fotos familiares?, tanto menos como lo haría la NASA. A pesar de todo, consultando un banco de imágenes de la misión del Apolo 11 no tardaremos en encontrar imágenes borrosas, fuera de foco, mal encuadradas, y cientos de desprolijidades tan humanas y veraces.
4. El punto de mira que se oculta detrás de los objetos
La NASA, utilizó en sus misiones una cámara con un punto de mira incorporado para salir en las imágenes (utilizada como referencia para medir objetos). Algunas imágenes, presentan una extraña anomalía: en muchas de las tomas, curiosamente los objetos aparecen por delante del punto de mira, o lo que es lo mismo, el punto de mira aparece artificialmente dibujado por detrás de los objetos, lo que acrecienta la apariencia de supuesta manipulación de la imagen. Se trata de un indeseado fenómeno óptico. Un mínimo análisis permite descubrir que el efecto sólo ocurre cuando fotografiamos objetos extremadamente blancos, que quedan sobreexpuestos sobre el punto de mira. El objeto blanco sobreexpuesto termina “comiendo” una línea tan tenue como la del punto de mira, que desaparece de la imagen en el sector afectado.
Si se tratara de un montaje de imágenes, probablemente sería visto como una fuente de sospechas que se habría eliminado artificialmente. Las imágenes lunares se muestran tal como se revelaron, y con todos sus defectos.
5. Las sombras se proyectan en diferentes direcciones.
Una de las mayores causantes de confusiones acerca de la supuesta falsificación de imágenes, son las sombras que se proyectan en diferentes direcciones. En la Luna, tal como en la Tierra, las sombras podrían variar “en apariencia” su orientación, por la simple razón de encontrarnos en un terreno irregular y ondulado. Las acusaciones sobre sombras diferentes por proyectarse desde distintos puntos de luz no tienen lógica si pensamos que entonces, deberían verse varias sombras por cada objeto, algo que no sucede en ninguna imagen. En misiones posteriores al Apolo, los astronautas tuvieron dificultades a causa de los engaños producidos por las sombras y la irregularidad del terreno.
En ocasiones, los astronautas reportaron situaciones en las que a juzgar por las sombras, intuían que el descenso en alguna pendiente de la Luna era mucho mayor de lo que resultaba una vez que lo atravesaban. Suelos planos que parecían en caída, o hendiduras que parecen mucho más profundas por la oscuridad, las sombras y el relieve jugaron una mala pasada a los astronautas en varias oportunidades.
quue son
ResponderEliminarparece que la gente es tan ignorante y no se da cuenta de que el terreno de la Luna es tan irregular como el de la Tierra.
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