En Malasia y Brunei existe una especie amenazada de hormiga (Camponotus saundersi) que literalmente explota para defenderse.
Cuando se ve en peligro contrae con tal violencia sus músculos abdominales que revienta y cubre de ácido y veneno a sus enemigos.
No es un comportamiento ofensivo, sino defensivo en beneficio de la colonia. Un proceso autodestructivo denominado 'autothysis' en el que se destruye un animal a través de una explosión de los órganos internos.
Del género Camponotus estas "hormigas madereras" o "carpinteras" también conocidas como hormigas kamikazes esperan a que el enemigo se acerque lo suficiente, para hacer detonar en una 'explosión' que esparce un veneno viscoso y corrosivo, que quema e inmoviliza al instante a todas las víctimas cercanas.
Como si de una bomba adosada al cuerpo se tratara, tienen repartido desde la cabeza al abdomen, sacos de veneno pegajoso y tóxico para tan singular mecanismo defensivo que comparten en exclusiva con unas termitas vietnamitas Globitermes sulphureus.
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